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DJ Mixers

 

 

 

No os asustéis con tantos botones y controles, pronto aprenderéis para qué sirven y a manejarlos. Mesas de mezclas hay para todos los gustos, con una gran variedad de marcas y modelos y también de precios. Dependiendo de nuestras necesidades deberemos saber elegir el modelo más adecuado. Lo primero que tenemos que decidir es el número de canales que vamos a necesitar.

 

 Para ello hay que tener en cuenta el número de fuentes que queremos tener sonando al mismo tiempo como máximo, no las totales. Hay que tener en cuenta que en la mayoría de las mesas, las entradas se pueden conmutar y cambiar así el aparato que sonará por una vía (siempre que no la estemos utilizando en ese momento, claro). Para un dj aficionado, lo más básico sería una mesa de 2 vías + micrófono si vamos a utilizar dos fuentes de sonido (platos o reproductores de cd) y estamos seguros de que en el futuro no vamos a utilizar una tercera fuente al mismo tiempo. Sin embargo, en mi opinión, para la mayoría de los casos lo más adecuado es una mesa de tres vías. Así estamos seguros de que si en el futuro decidimos comprarnos un tercer plato o reproductor de cd no necesitaremos una mesa nueva, y también nos será muy útil para poder conectar el ordenador a la mesa y así poder pinchar también con mp3's.

 

También podremos usar más de tres fuentes (no simultáneamente, claro) y conmutar entre ellas sin tener muchos problemas, ya que al disponer de tres vías podemos hacer la conmutación en una de ellas tranquilamente incluso mientras estemos haciendo una mezcla entre las otras dos, por ejemplo. Sin embargo, en una mesa de dos vías sólo podremos conmutar cuando no estemos haciendo ninguna mezcla, lo cual puede resultar un poco más incómodo y entorpecedor. Vale la pena pagar un poco más por el tercer canal. El caso de una mesa de cuatro canales es diferente. Si vamos a utilizar tres fuentes y queremos los cuatro para tener un margen de seguridad hay que tener en cuenta que en realidad podremos arreglárnoslas perfectamente con una de tres, y una de cuatro será bastante más cara o más mala que una de tres.

 

 

 

Aprovechando esto hablaremos de otra cuestión importante en una mesa de mezclas: la calidad. En la electrónica no se nota mucho la diferencia entre una mesa de calidad y otra barata con características semejantes. Es en los faders donde está el problema. En una mesa de calidad, podemos estar seguros de que los faders nos durarán mucho tiempo y no darán problemas, pero en la mayoría de las mesas baratas, con el paso de algún tiempo (un año o año y medio, dependiendo del uso que hagamos de ellas) los faders comienzan a resentirse y a carraspear. El carraspeo es un ruido que se oye cuando los movemos, y se produce en parte por la acumulación de polvo y suciedad. Está claro que si mantenemos la mesa cubierta con un plástico le entrará menos polvo y nos durará más tiempo. La situación no estan grave, y no estamos indefensos ante el carraspeo. Podemos llevar la mesa a la tienda a que nos la abran y nos limpien los faders, lo que cuesta unas 3.000 ptas. porque hay que desmontarla. Aunque será un remedio temporal y con el paso del tiempo volveremos a sufrirlo. He aquí la diferencia entre una mesa de calidad y una barata. 

 Sí, son caras, pero también son buenas. Si no tenemos problemas económicos merecerá la pena, y si la mesa es para un local está más claro aún. No esperéis encontraros con ningún chollo porque tendrán truco. Una mesa barata por definición es mala, y otra cara debe ser buena (a no ser que os estén estafando). 

Otro aspecto a tener en cuenta de las mesas de mezclas son los extras. Con ello me refiero a un montón de características especiales que llevan las mesas actuales con el objetivo de facilitar la tarea al DJ, por supuesto a costa de encarecer el producto final. Por ejemplo, están los controles de ganancia-graves-medios-agudos, los indicadores de beat, los contadores de BPM, los samplers, etc. Los controles de ganancia-graves-medios-agudos (gain-bass-mid-treble) están incluidos en la mayoría de las mesas y se hacen casi imprescindibles, porque no todos los discos están grabados con el mismo volumen ni tienen la misma ecualización.

 

Algunos tendrán más agudos que otros y otros más graves, y con estos controles, además de poder crear efectos especiales, podremos ajustar la ecualización de los temas. Los indicadores de beat consisten en un led por cada canal que se enciende cuando suena un beat o bombo. Ya están incluidos en la mayoría de las mesas y es una característica interesante pero prescindible. Más prescindible aún es el contador de BPM, que indica a qué velocidad en bombos por minuto va la canción. Nos será útil cuando estemos aprendiendo a pinchar, pero cuando ya tengamos cierta experiencia no nos será necesario, y lo único que hará será encarecer la mesa.

 

Los samplers ofrecen nuevas posibilidades creativas al poder grabar pequeños fragmentos (generalmente de hasta 12 segundos) y luego reproducirlos cuando queramos. En muchas de las mesas baratas suelen haber algun ruido de fondo y generalmente no los vamos a utilizar mucho. Si disponemos de cd's, podemos utilizarlos como samplers gracias a la función cue-sampler, y por lo tanto no necesitaremos el sampler en la mesa. Así pues, en resumen, hay muchos tipos de mesas y generalmente lo que mejor nos irá será una de 3 vías con controles de ganancia-graves-medios-agudos, indicadores de beat y sin contadores de BPM ni sampler, y si podemos permitirnoslo merecerá la pena comprarse una mesa de más calidad pagando un poco más por ella. Pero cuidado porque también hay muchas mesas iguales internamente (incluso las fabrican en el mismo sitio aún siendo de marcas diferentes) y de marcas y de precios distintos, lo cual ocurre principalmente en las mesas baratas.