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Platos

 

El vinilo no ha muerto. 

Existen muchos modelos diferentes de platos  pero principalmente los diferenciamos en dos tipos: de tracción por polea (belt-drive) y de tracción directa (direct-drive).
 

Tracción por polea. El mecanismo para transmitir el movimiento desde el motor a la rueda que mueve el disco consiste simplemente en una correa de goma. Por ello, este tipo de platos poseen un poco más de fluctuación, lo que significa que por sus características, el disco sufrirá pequeñas aceleraciones y deceleraciones aunque no toquemos nada. No obstante, esta fluctuación no suele ser demasiado grande y podemos hacer las mezclas sin problemas. Podemos comprobarla mirando el estroboscopio (ver el diccionario del dj) con el pitch a 0%. Veremos que los puntos avanzan ligeramente y luego retroceden. Cuando avanzan es que el plato se acelera, y cuando retroceden se frena. A esto se le llama "efecto pitch 0".
La ventaja principal es que son más baratos, pero hay que tener cuidado porque hay muchos modelos y suele haber bastante diferencia de calidad entre ellos, y sin embargo, los precios no distan tanto.

Tracción directa. El movimiento del motor se transmite a la rueda del plato directamente mediante engranajes. Gracias a esto la fluctuación disminuye, pero son un poco más caros. También suelen ir un poco más "blandos" que los de polea, lo que significa que cuando le demos un empujón con el dedo se acelerará más, y cuando frenemos se parará con más facilidad, lo cual resulta un poco más incómodo a la hora de pinchar hasta que uno se acostumbra.
Hay un tipo de platos de tracción directa que poseen un motor más potente y una rueda inercial, que sirve para mantener la velocidad más estable. Con esto se consigue reducir aún más la fluctuación, y además que vayan más "duros". Son los denominados "high-torque", cuyo modelo más famoso y utilizado es el Technics SL1200. El único inconveniente de este tipo de platos es el precio, que es mucho más elevado que el de los anteriores.

 

Que es un Plato Giradiscos. 

Es la fuente de sonido analógica por excelencia. Su orígen se sitúa en 1931 con la patente de Alan Blumlein sobre la técnica para grabar dos canales de audio en un surco. El surco forma un ángulo de 45 grados, siendo cada lado la información correspondiente a cada canal de la señal estéreo.

Para extraer la señal se basa en una aguja reproductora que transmite la información del surco a un conjunto de bobinas e imanes (forman la cápsula) que generan la salida eléctrica para ser ecualizada y amplificada. Los problemas más graves a la hora de grabar en este soporte son mantener igualadas las fases de cada canal (evita errores de lectura) y corregir las bajas frecuencias (para facilitar el seguimiento del surco por la aguja lectora).

     

Hay un gran número de ajustes a realizar en un giradiscos para aprovecharlo al máximo, por ello en estas fuentes cualquier cambio realizado (aguja, cápsula, brazo, etc) supone un cambio drástico y más que perceptible de la calidad sonora de la fuente: El eje de la aguja lectora con respecto a una linea imaginaria perpendicular a la superficie del disco debe describir un ángulo de 20 grados, esto suele ajustarse haciendo que el brazo apoyada la aguja sobre el surco quede totalmente paralelo a la superficie del disco. La geometría de la aguja también es importante, su extremo debe ser redondeado, de forma que la punta no toque el fondo del surco, su sección puede ser cónica o elíptica, siendo generalmente las de alta calidad elípticas por su más fiel reproducción de las altas frecuencias. La geometría del brazo es igualmente importante, debe ser tal que permita que el eje referencial de la cápsula sea perpendicular al surco en el punto de apoyo con la aguja, particularmente en los extremos externo e interno del disco, por ello la mayoría de brazos (no tangenciales, que sería lo ideal al eliminar el error de trazada) tienen ese pequeño ángulo en el extremo más próximo a la cápsula. Otra característica del brazo es el peso que ejercen sobre la aguja y ésta sobre la superficie del disco, y (para los no tangenciales, más extendidos) el empuje lateral en la reproducción (hace que el canal interno del surco se lea con mayor fidelidad que el externo). Para corregir estos desajustes, un buen brazo tiene sistemas de compensación antideslizamiento (empuje lateral) y del peso de apoyo (varía para cada cápsula, el fabricante suele indicarlo en la misma, y debe ajustarse con un disco de prueba).

 

 

     Otra característica propia del giradiscos es la ecualización RIAA. Debido a las características de la grabación de este soporte, hay una descompensación entre el nivel de altas y bajas frecuencias, por lo que en el proceso de corte del disco se utiliza un estándar llamado ecualización RIAA (atenúa las bajas frecuencias principalmente, y suelen eliminarse frecuencias por debajo de 20 Hz) para compensar estos desniveles.


La cápsula es la encargada de generar la señal eléctrica. Hay dos tipos, de imán móvil (Moving Magnet o MM) y bobina móvil (Moving Coil o MC). La primera tiene unidos los imanes al espárrago y las bobinas de salida fijas, al mover la aguja el espárrago hace desplazar los imanes a lo largo de las bobinas induciendo corriente en estas (también conocidas como de alto nivel). Las de bobina móvil llevan unidas al espárrago las bobinas, y fijos los imanes, el movimiento de la aguja desplaza las bobinas a lo largo de los imanes, induciendo en las bobinas la corriente de salida (de bajo nivel), estas suelen ser más utilizadas en la alta fidelidad de excepción. En las cápsulas de imán móvil se hace también algo delicado el cableado desde esta al amplificador, al influir de forma notable la capacitancia total en la respuesta en frecuencia, en este caso se puede experimentar, aunque lo más indicado es seguir las especificaciones del fabricante.

     En cuanto al brazo, hay que destacar como sus características más importantes la longitud, masa y rozamiento. La longitud suele ser de 23 cms. habiendo algunos de 30 cms. que aunque presentan menor error de trazada (al ser mayor su longitud) tienen mayor masa. La masa es el valor que soporta la aguja debido al peso del brazo en sí y a su contrapeso, viene dado por el fabricante, y sus valores suelen estar entre 6 y 25 gramos. El rozamiento de la aguja se mide en horizontal, se debe situar por debajo de 80 mg, y en vertical, debiendo estar por debajo de 30 mg. Estos valores permiten que la aguja se desplace sobre el disco sin realizar sobreesfuerzos y permiten una buena compensación de antideslizamiento.

     El giradiscos en sí también tiene sus características que influyen en el sonido, principalmente su mecanismo de arrastre y su aislamiento mecánico. El segundo viene determinado por el peso del giradiscos y su base de apoyo (los modelos más modernos y elaborados suelen descansar sobre conos y su mueble incluso ser una pieza maciza de granito por su elevado peso y estabilidad). El mecanismo de arrastre más extendido en alta fidelidad es por correa, el eje del motor va unido al plato giratorio por medio de una correa de caucho, y en usos profesionales el mecanismo es directo, motor unido directamente al plato giratorio. El empleo de una u otra técnica tiene que ver con el llamado lloro y fluctuación, además del desacoplamiento del motor y plato (mayor en la correa). El lloro está generalmente ligado a la tracción por correa, y se debe al mal funcionamiento del motor/correa, y la fluctuación afecta a la tracción directa, por errores en el peso del plato.

     Hoy día las modernas técnicas de prensado y obtención de vinilos (180 gramos) de alta calidad, unidos a las características de los modernos diseños de giradiscos, han dado un nuevo empuje de esta veterana fuente analógica en los círculos de la alta fidelidad de excepción al entregar un sonido que aunque presente los errores lógicos de fuentes analógicas es bastante más agradable al oído por su suavidad, además de permitir su optimización con la simple mejora de alguno de sus componentes descritos.