Todo lo que va , vuelve. O al menos así lo dicen. Y esto es lo que ocurre con la Stagermaster.

Interesante porque Fender parece estar reclamando parte del territorio que les causó tantos dolores de cabeza a mediados de los ochenta ( de hecho todavía les está creando dolor de cabeza ), guitarras de segunda línea que tomaban gran parte del estilo Stratocaster para conseguir un éxito comercial masivo bajo los nombres de Jackson , Charvel y, evidentemente , Ibanez.

características

El material del cuerpo es madera dura sólida ( solid hardwood ) que traducido probablemente signifique fresno o aliso , sin especificar para que la fábrica China pueda usar el material que le resulte más barato en cada momento. De todos modos , no es caoba , así que el sonido estará bastante en la línea de las Fender.

Montadas en un herraje de tres pliegues se encuentran las pastillas humbucker o de bobinado simple que hayas escongido. Puedes tener las configuraciones HH, HSS o HSH. Nuestro modelo de prueba disponía de la primera configuración , con un selector de cuchilla de tres posiciones asociado ( los modelos de tres pastillas disponen de un selector de cinco posiciones ) y controles de volumen master y de tono.

sonido

Tocada con sonido limpio , la Stagemaster se caracteriza por una profundidad ligera y chispeante , en vez del punch de medios que asociarías con una Epiphone o Gibson de cuerpo de caoba , por ejemplo. Aunque los modelos de tres pastillas van a ser mucho más versátiles , siguen habiendo suficientes sonidos limpios creíbles para satisfacer la mayoría de aplicaciones pop o rock.

Aunque no resultan tan punzantes como otras unidades más baratas que hemos probado , estas pastillas no son tan redondas ni balanceadas como una humbucker de calidad ( marca reconocida ). De todos modos , lo que les falta en sutileza , les sobra en fuerza , punch y ataque ( justo lo que necesitas para esos riffs y licks de gran distorsión ).

Los trémolos de doble anclaje pueden ser realmente desastrosos en esta gama de mercado pero , afortunadamente , este funciona adecuadamente. Tiene un movimiento algo duro , lo que en este caso significa que no habrá problemas de afinación , y dispondrán de una estabilidad excelente incluso después de horas de utilización y no parece que le reste a la guitarra sonido ni sustain.

conclusión

Dejando a un lado el pelo largo y el maquillaje , los finales de los ochenta y principios de los noventa fueron unos años excelentes para los guitarristas y , tocando la Stagemaster , no es difícil sentir algo de nostalgia de aguellos tiempos. De cualquier modo , sería erróneo el pensar en la Stagemaster como una guitarra sólo - roquera. Desde luego que satisfará a los amantes del rock duro pero , gracias a la construcción y materiales utilizados , mantiene bastante de ese espíritu Strato que puede servir como base a cualquier aplicación rock o pop.