El Bluesbreaker II es probablemente el más sencillo de probar , ya que no incluye ninguno de los controles concéntricos , sólo un interruptor para seleccionar el modo blues o boost y potenciómetros para drive , tono y volumen. La idea de Marshall con este pedal Bluesbreaker original , pero llevarla un paso más allá. Con sus dos modos , es como tener dos pedales en uno. El modo boost es para aquellos que ya tienen un buen ampli de válvulas con un buen sonido y necesitan una pequeña ayuda para intriducir algo más de distorsión sin cambiar el sonido. En este modo , los potenciómetros de drive y tono se excluyen del circuito para que puedas conserrguir un boost limpio , controlado únicamente por el volumen.

En el modo blues todos los controles del pedal están activos. El sonido pretende emular el sonido del clásico Marshall de los sesenta , mucho antes de que el volumen master y las múltiples etapas de ganancia se conviertiesen en una norma. Los graves y medios son fijos pero tienes el control de tono para añadir un poco de brillo extra. El control de drive añade suciedad , desde un detalle de distorsión antigua hasta un overdrive completo. Funciona bien con un ampli en posición limpia y añade un overdrive cálido para acordes y líneas melódicas bluseras , aunque si giras el control del drive al máximo en el sentido contrario a las agujas del reloj , obtendrás silencio , en vez del grado minimo de distirsión que cabría esperar. El control de tono añade agresividad sin hacer que suene demasiado brillante e introduce un toque adecuado para guitarras solistas funky. Con un ampli ya distorsionado , el modo boost añade esa agresividad y volumen extra necesario para los solos.

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